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Terapia Centrada en el Cliente Una Aproximación Humanista al Crecimiento Personal
Constructos:
terapia centrada en el cliente / enfoque humanista / crecimiento personal /
autorrealización / empatía / aceptación incondicional / autenticidad
La
Terapia Centrada en el Cliente, también conocida como terapia rogeriana,
es una de las piedras angulares de la psicoterapia moderna. Desarrollada por
Carl Rogers en la década de 1940, esta aproximación humanista pone al individuo
en el centro del proceso terapéutico, confiando en la capacidad innata de cada
persona para alcanzar el crecimiento personal y la autorrealización. A
diferencia de otros enfoques que se centran en el diagnóstico y tratamiento de
patologías específicas, la terapia centrada en el cliente se enfoca en la experiencia
subjetiva del individuo y en cómo este puede alcanzar un mayor sentido de
bienestar a través de la autocomprensión y la autoaceptación.
Fundamentos
Teóricos de la Terapia Centrada en el Cliente
La
Terapia Centrada en el Cliente se basa en una serie de principios clave
que guían el proceso terapéutico. Estos principios no solo definen la relación
entre el terapeuta y el cliente, sino que también reflejan una visión optimista
de la naturaleza humana.
1.
El
Concepto de la Persona Autónoma y Completa
Rogers
postuló que cada individuo tiene dentro de sí mismo los recursos necesarios
para cambiar y crecer, siempre y cuando se le brinde un entorno adecuado para
ello. Según este enfoque, el ser humano no es simplemente el producto de sus
circunstancias o de su pasado, sino que tiene la capacidad de autodirigir su
desarrollo y alcanzar su pleno potencial.
2.
La
Autorrealización como Meta Central
Uno
de los pilares fundamentales de la terapia centrada en el cliente es la
creencia en la tendencia actualizante, es decir, la capacidad inherente de
todo ser humano para realizar su potencial y buscar experiencias que le
conduzcan al crecimiento personal. La autorrealización es el proceso continuo
de crecimiento y desarrollo que se orienta hacia la realización plena de las
capacidades y talentos del individuo.
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3.
La
Experiencia Subjetiva y la Autoexploración
La
terapia centrada en el cliente se centra en la experiencia subjetiva del
individuo. Esto significa que lo más importante es cómo el cliente percibe y
vive sus experiencias. El terapeuta facilita un espacio donde el cliente puede
explorar estas percepciones sin temor al juicio, lo que promueve una mayor
autoexploración y, en última instancia, un entendimiento más profundo de sí
mismo.
Técnicas
Fundamentales en la Terapia Centrada en el Cliente
A
diferencia de otros enfoques terapéuticos, la terapia centrada en el cliente no
utiliza técnicas estructuradas o directivas. En lugar de ello, se basa en la
creación de un ambiente terapéutico seguro y de apoyo que facilita el proceso
de autoexploración y autocomprensión. A continuación, se describen las técnicas
y actitudes más importantes que caracterizan este enfoque:
1.
Escucha
Activa y Reflejo
La
escucha activa es una de las herramientas más importantes en la terapia
centrada en el cliente. El terapeuta se enfoca en escuchar no solo las palabras
del cliente, sino también el significado subyacente de lo que se está diciendo.
Esto se complementa con la técnica del reflejo, donde el terapeuta repite o
parafrasea lo que el cliente ha expresado, permitiendo que este se sienta
comprendido y validado.
2.
Aceptación
Incondicional Positiva
La
aceptación incondicional positiva es el compromiso del terapeuta de aceptar al
cliente tal como es, sin juicio ni condiciones. Esta actitud crea un ambiente
en el que el cliente se siente libre de expresar sus pensamientos y emociones
más íntimos, sabiendo que será aceptado sin reservas. La aceptación
incondicional es fundamental para que el cliente pueda explorar aspectos de
sí mismo que de otro modo podrían ser demasiado dolorosos o vergonzosos de
confrontar.
3.
Empatía
La
empatía es la capacidad del terapeuta para comprender el mundo interno del
cliente como si fuera el propio, sin perder el sentido de "como
si". Esta profunda comprensión emocional permite que el cliente se sienta
verdaderamente escuchado y comprendido, lo que facilita su proceso de
autocomprensión y crecimiento personal.
4.
Autenticidad
o Congruencia
La
autenticidad, también llamada congruencia, es la capacidad del terapeuta para
ser genuino y transparente en la relación terapéutica. Esto significa que el
terapeuta no adopta un rol clínico distante, sino que se muestra como una
persona real, capaz de compartir su propia experiencia cuando sea apropiado.
Esta autenticidad fomenta una relación de confianza y apertura entre el
cliente y el terapeuta, lo que es esencial para el éxito de la terapia.
5.
Reflejo
o Parafraseo
El
reflejo es una técnica mediante la cual el terapeuta repite o reformula
lo que el cliente ha dicho, con el objetivo de mostrar que lo ha entendido y de
darle al cliente la oportunidad de escuchar sus propios pensamientos desde una
perspectiva diferente. Este reflejo puede ser emocional, cuando el terapeuta
refleja el sentimiento subyacente en lo que se ha dicho, o puede ser de
contenido, cuando se repite o reformula lo que el cliente ha comunicado.
Por
ejemplo, si un cliente expresa frustración al decir: "Nunca parece que
haga las cosas bien", el terapeuta podría reflejar esto diciendo:
"Parece que te sientes muy frustrado porque sientes que no cumples con tus
propias expectativas". Esto no solo valida los sentimientos del cliente,
sino que también le ayuda a clarificar y profundizar en su experiencia.
6.
Reflexión
de Sentimientos
La
reflexión de sentimientos es una técnica específica en la cual el
terapeuta identifica y verbaliza los sentimientos subyacentes que el cliente
puede estar experimentando, a menudo de manera inconsciente. Esto ayuda al
cliente a reconocer y procesar sus emociones de manera más efectiva.
Por
ejemplo, si un cliente está hablando de una situación estresante en el trabajo
pero no ha mencionado cómo se siente al respecto, el terapeuta podría decir:
"Parece que esta situación te está causando mucha ansiedad y
preocupación". Al reflejar estos sentimientos, el terapeuta ayuda al
cliente a tomar conciencia de ellos y a explorarlos en mayor profundidad.
Aplicación
de la Terapia Centrada en el Cliente en la Práctica Clínica
La
Terapia Centrada en el Cliente no solo es una teoría bien fundamentada,
sino que también tiene una aplicación práctica robusta en el ámbito clínico. La
efectividad de este enfoque radica en su capacidad para adaptarse a diversas
problemáticas y contextos terapéuticos, manteniendo siempre al cliente en el
centro del proceso. A continuación, exploramos cómo se aplica esta terapia en
diferentes escenarios y cómo los terapeutas pueden emplear sus principios para
facilitar el crecimiento personal de sus clientes.
1.
Creación
de un Entorno Terapéutico Seguro
Uno
de los primeros pasos en la Terapia Centrada en el Cliente es la
creación de un ambiente terapéutico que promueva la seguridad y la confianza.
Este entorno es fundamental para que el cliente se sienta lo suficientemente
cómodo como para explorar sus pensamientos y emociones más profundos. El
terapeuta, al practicar la aceptación incondicional positiva, la empatía y la
autenticidad, establece una base de confianza que permite al cliente
abrirse y participar activamente en el proceso terapéutico.
En
la práctica, esto significa que el terapeuta debe estar atento no solo a lo que
el cliente dice, sino también a cómo lo dice, interpretando tanto el contenido
verbal como no verbal. Por ejemplo, un cliente puede hablar de una experiencia
dolorosa con una sonrisa, lo que podría indicar un mecanismo de defensa que el
terapeuta necesita abordar con delicadeza.
2.
Facilitación
de la Autoexploración y el Autoconocimiento
Una
vez que se ha establecido un entorno de confianza, el siguiente paso es
facilitar la autoexploración del cliente. En lugar de dirigir la
conversación o sugerir soluciones, el terapeuta adopta un rol de facilitador,
ayudando al cliente a explorar sus propios pensamientos, sentimientos y
comportamientos. Esto se logra a través de preguntas abiertas y el reflejo,
técnicas que permiten al cliente profundizar en su propio entendimiento sin
sentirse presionado o juzgado.
Por
ejemplo, si un cliente está lidiando con una decisión difícil, en lugar de
ofrecer consejos, el terapeuta podría decir: “Parece que estás sintiendo una
gran cantidad de conflicto respecto a esta decisión. ¿Puedes hablar más sobre
lo que te preocupa?”. Esta pregunta invita al cliente a explorar más a fondo
sus propios pensamientos y sentimientos, ayudándole a llegar a una comprensión
más clara de su situación.
3.
Fomentar
la Autorrealización a través del Crecimiento Personal
El
objetivo final de la Terapia Centrada en el Cliente es ayudar al
individuo a alcanzar la autorrealización. Este concepto, central en la
teoría de Rogers, se refiere al proceso continuo de crecimiento personal que
lleva a una persona a realizar plenamente su potencial. La autorrealización no
es un estado final, sino un proceso dinámico en el que el cliente aprende a
vivir de manera más congruente con sus propios valores y aspiraciones.
En
la práctica, esto puede implicar ayudar al cliente a identificar y superar
bloqueos emocionales o cognitivos que impiden su desarrollo. Por ejemplo, un
cliente que siente una profunda insatisfacción con su trabajo puede ser guiado
a explorar las razones detrás de estos sentimientos y a identificar qué cambios
podrían alinearse mejor con sus valores y deseos. El terapeuta ayuda a que el
cliente encuentre su propio camino hacia una vida más plena y satisfactoria.
Casos
Prácticos y Ejemplos de la Terapia Centrada en el Cliente
La
Terapia Centrada en el Cliente ha sido aplicada exitosamente en una
variedad de contextos y con diferentes poblaciones. A continuación, se
presentan algunos ejemplos de cómo esta terapia puede ser utilizada para
abordar distintas problemáticas.
👉 Revisa este artículo para conocer más sobre técnicas del Aquí y el Ahora en Terapia Gestalt 👉 Aquí y Ahora: La Técnica Gestáltica para Vivir en el Presente
1.
Manejo
de la Ansiedad y el Estrés
En
casos de ansiedad y estrés, la Terapia Centrada en el Cliente puede ser
particularmente eficaz al proporcionar un espacio donde el cliente se sienta
libre de expresar sus preocupaciones sin temor al juicio. El terapeuta ayuda al
cliente a identificar las fuentes de su ansiedad y a explorar formas de
afrontarlas, fomentando un mayor autoconocimiento y autoaceptación.
Un
ejemplo podría ser un cliente que experimenta ansiedad relacionada con el
trabajo. A través de la terapia, este cliente podría descubrir que su ansiedad
proviene de una discrepancia entre sus valores personales y las demandas de su
trabajo actual. El proceso terapéutico le permite reflexionar sobre posibles
cambios que podrían reducir su ansiedad, como la búsqueda de un trabajo que
esté más alineado con sus valores.
2.
Fortalecimiento
de la Autoestima
La
Terapia Centrada en el Cliente es también efectiva en el fortalecimiento
de la autoestima, ya que se centra en ayudar al cliente a aceptarse a sí mismo
tal como es. A través de la aceptación incondicional positiva del terapeuta, el
cliente aprende a verse a sí mismo con mayor compasión y a reconocer su propio
valor.
Por
ejemplo, un cliente con baja autoestima que constantemente se critica a sí
mismo podría, a través de la terapia, comenzar a desafiar esas creencias
negativas y a desarrollar una autoimagen más positiva. El terapeuta, al
reflejar las cualidades positivas del cliente y ofrecer un espacio seguro para
la autoexploración, facilita este cambio en la percepción de sí mismo.
3.
Afrontamiento
del Duelo y la Pérdida
La
Terapia Centrada en el Cliente también se aplica en el trabajo con
personas que están lidiando con el duelo y la pérdida. En estos casos, el
enfoque no está en "superar" la pérdida, sino en explorar y
aceptar las emociones que surgen en el proceso de duelo. El terapeuta
ofrece un espacio seguro donde el cliente puede expresar su dolor y sus
sentimientos sin temor a ser juzgado, lo que facilita el proceso de curación.
Por
ejemplo, un cliente que ha perdido a un ser querido puede usar la terapia para
hablar sobre sus sentimientos de tristeza, enojo o culpa. El terapeuta, a
través de la empatía y la aceptación incondicional, ayuda al cliente a procesar
estas emociones de una manera saludable.
👉 Revisa este artículo para conocer más sobre la técnica de la Silla Vacia en Terapia Gestalt 👉 La Silla Vacía Una Herramienta Transformadora en la Terapia Gestáltica
Efectividad
y Limitaciones de la Terapia Centrada en el Cliente
La
Terapia Centrada en el Cliente ha sido ampliamente reconocida por su
enfoque humanista y su capacidad para facilitar el crecimiento personal y la
autoaceptación. Sin embargo, como cualquier enfoque terapéutico, tiene tanto
fortalezas como limitaciones que deben considerarse al aplicarla en diferentes
contextos.
1.
Evidencia
de Efectividad
Diversos
estudios han demostrado que la Terapia Centrada en el Cliente es
efectiva para tratar una amplia gama de trastornos psicológicos, incluyendo la
depresión, la ansiedad, y el estrés postraumático. La capacidad de esta terapia
para mejorar la autoestima, fomentar el autoconocimiento y promover el
bienestar emocional se ha documentado en múltiples investigaciones. En
particular, se ha encontrado que los clientes experimentan una mayor
satisfacción en la vida y una mejora en la calidad de sus relaciones
interpersonales después de someterse a este tipo de terapia.
Un
estudio realizado por Elliott y Freire en 2010 concluyó que la Terapia
Centrada en el Cliente es tan efectiva como otras terapias más
estructuradas, como la Terapia Cognitivo-Conductual, en el tratamiento de la
depresión leve a moderada. Además, los clientes tienden a reportar un alto
grado de satisfacción con la terapia, citando la relación terapéutica
como un factor clave para su éxito.
2.
Aplicabilidad
en Diversos Contextos Culturales
La
Terapia Centrada en el Cliente es altamente adaptable a diferentes
contextos culturales debido a su enfoque centrado en el individuo y su respeto
por la experiencia subjetiva. Al no imponer un marco rígido de interpretación,
esta terapia permite que cada cliente explore sus propios valores, creencias y
experiencias dentro de su propio contexto cultural. Esto la hace
particularmente útil en entornos multiculturales, donde los clientes pueden
tener una amplia variedad de antecedentes y sistemas de valores.
Sin
embargo, algunos críticos han señalado que el énfasis en la autonomía
individual puede no resonar igualmente en todas las culturas. En sociedades más
colectivistas, donde la identidad personal está estrechamente ligada a la
familia o la comunidad, los principios de la terapia centrada en el cliente
pueden necesitar adaptaciones para ser más efectivos.
3.
Limitaciones
y Consideraciones
A
pesar de sus muchas ventajas, la Terapia Centrada en el Cliente no está
exenta de limitaciones. Una de las principales críticas es que puede no ser
adecuada para todos los clientes o situaciones. Por ejemplo, en casos de
trastornos graves como el trastorno bipolar o la esquizofrenia, donde se
requiere un enfoque más directivo y estructurado, la terapia centrada en el
cliente puede no ser suficiente por sí sola. En estos casos, se recomienda
complementar este enfoque con otros métodos terapéuticos o intervenciones
médicas.
Otra
limitación es que la Terapia Centrada en el Cliente depende en gran
medida de la capacidad del cliente para participar activamente en su propio
proceso de autodescubrimiento. Esto puede ser un desafío para aquellos que
tienen dificultades para expresarse verbalmente o que no están listos para
asumir la responsabilidad de su propio cambio. Además, algunos clientes pueden
encontrar frustrante la falta de directividad del terapeuta, prefiriendo un
enfoque que ofrezca más orientación y estructura.
4.
La
Relación Terapéutica como Pilar Fundamental
Uno
de los aspectos más destacados de la Terapia Centrada en el Cliente es
la importancia que se le da a la relación terapéutica. Rogers creía que la
calidad de la relación entre el terapeuta y el cliente es el factor más
importante para el éxito de la terapia. Los tres componentes clave de esta
relación —empatía, aceptación incondicional positiva y autenticidad— son
esenciales para crear un ambiente donde el cliente se sienta lo suficientemente
seguro como para explorar sus emociones y pensamientos más profundos.
La
efectividad de la relación terapéutica ha sido ampliamente respaldada por la
investigación. Estudios han demostrado que una relación terapéutica sólida
está correlacionada con mejores resultados terapéuticos, independientemente del
enfoque utilizado. Esto subraya la importancia de que los terapeutas centrados
en el cliente sean competentes en desarrollar y mantener estas cualidades en su
práctica clínica.
Reflexiones
Finales y Futuras Direcciones
La
Terapia Centrada en el Cliente sigue siendo un enfoque relevante y
poderoso en la psicoterapia contemporánea. Su énfasis en el respeto por la
experiencia individual y en la capacidad innata del ser humano para crecer y
desarrollarse sigue resonando en un mundo donde cada vez más personas buscan
terapias que valoren su individualidad y experiencias únicas.
En
el futuro, es probable que veamos una mayor integración de la terapia centrada
en el cliente con otros enfoques terapéuticos, creando enfoques híbridos que
puedan abordar una gama más amplia de necesidades y desafíos. Además, la
continua investigación sobre la efectividad de la terapia centrada en el
cliente en diferentes poblaciones y contextos culturales contribuirá a refinar
y expandir su aplicación.
El
legado de Carl Rogers y su enfoque humanista ha dejado una huella indeleble en
la psicoterapia, y su enfoque centrado en el cliente continúa siendo una opción
valiosa para aquellos que buscan un camino hacia la autorrealización y el
crecimiento personal.
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Carl Rogers: Pionero de la Terapia Centrada en el Cliente
Constructos:
Terapia centrada en el cliente / Aceptación incondicional / Empatía
Carl
Rogers (1902-1987), psicólogo estadounidense, es ampliamente reconocido por su
revolucionaria contribución a la psicología clínica a través del desarrollo de
la terapia centrada en el cliente. Este enfoque, radicalmente diferente de los
modelos psicoterapéuticos dominantes de su tiempo, colocó a la persona en el
centro del proceso terapéutico, subrayando la importancia de un ambiente de
apoyo, empático y sin juicios para facilitar el crecimiento y la
autoactualización personal.
Fundamentos
de la Terapia Centrada en el Cliente
La
terapia centrada en el cliente se basa en la creencia de que cada individuo
posee la capacidad innata para superar dificultades psicológicas y alcanzar su
pleno potencial, siempre que se le proporcione un entorno terapéutico adecuado.
Rogers identificó tres condiciones esenciales para que este proceso se dé: empatía,
congruencia (autenticidad o genuinidad por parte del terapeuta) y aceptación
incondicional. Juntos, estos elementos crean un clima de seguridad y
confianza que permite a la persona explorar y entender sus pensamientos,
sentimientos y comportamientos sin temor al juicio.
Empatía
y Aceptación Incondicional
La
empatía, la capacidad de entender profundamente la experiencia subjetiva de
otra persona, es una piedra angular de la terapia centrada en el cliente. Junto
con la aceptación incondicional, que implica valorar al individuo sin
reservas o condiciones, estos principios promueven un sentido de valía y
autoaceptación, cruciales para el proceso de cambio personal.
Impacto
en la Psicoterapia y Más Allá
La
influencia de Carl Rogers trasciende la psicoterapia, afectando campos como la
educación, la gestión de conflictos y la comunicación interpersonal. Su énfasis
en la escucha activa, la empatía y el respeto mutuo ha inspirado prácticas y
enfoques centrados en la persona en diversas áreas, promoviendo un mayor
entendimiento y aprecio por la experiencia y perspectiva del otro.
La
Expansión de la Terapia Centrada en el Cliente y su Aplicación Universal
Carl
Rogers revolucionó la práctica terapéutica con su terapia centrada en el
cliente, introduciendo un modelo de cambio personal basado en el poder
inherente del individuo para crecer y autoactualizarse. Este enfoque no solo
transformó la terapia individual, sino que también encontró aplicaciones en la
psicología de grupos, la educación, la gestión organizacional y la resolución
de conflictos.
Facilitación
del Cambio Personal
Uno
de los aportes más significativos de Rogers es su comprensión del cambio
personal como un proceso natural y orgánico que se facilita a través de la
aceptación y comprensión empática. Propuso que, en un ambiente que ofrece
apoyo genuino, las personas son capaces de acceder a su capacidad innata para
enfrentar desafíos, modificar percepciones erróneas sobre sí mismas y los
demás, y tomar decisiones más congruentes con sus valores y deseos auténticos.
__________________________________________________________________________________
Aplicaciones
en Educación y Organizaciones
La
influencia de Rogers se extiende más allá de la terapia individual. En
educación, su enfoque ha inspirado métodos de enseñanza que valoran la
experiencia del estudiante y fomentan un aprendizaje auto-dirigido. En el
ámbito organizacional, los principios de la terapia centrada en el cliente han
sido aplicados para mejorar la comunicación, fomentar un ambiente de trabajo
más colaborativo y aumentar la satisfacción laboral.
Contribuciones
a la Teoría de la Personalidad y el Desarrollo Humano
Además
de sus innovaciones terapéuticas, Rogers hizo importantes contribuciones a la
teoría de la personalidad y el desarrollo humano. Su concepto de la "persona
plenamente funcional", caracterizada por la apertura a la
experiencia, la tendencia hacia el crecimiento y el vivir en armonía con los
propios sentimientos y experiencias, ofrece un modelo aspiracional para el
desarrollo personal y la autorrealización.
Legado
y Críticas
Mientras
que el enfoque humanista de Rogers ha sido ampliamente celebrado por su enfoque
positivo y empoderador hacia el bienestar psicológico, también ha enfrentado
críticas por su aparente falta de estructura y la dificultad para medir
empíricamente su efectividad. A pesar de esto, su trabajo continúa siendo una
piedra angular de la psicología humanista, con sus principios de empatía,
autenticidad y aceptación incondicional manteniéndose relevantes en la terapia
y el cuidado psicológico contemporáneo.
El
Legado Perdurable de Carl Rogers y la Relevancia de sus Principios Hoy
Carl
Rogers, a través de su desarrollo de la terapia centrada en el cliente, dejó un
legado indeleble que continúa influyendo en la psicología y la práctica
terapéutica. Su enfoque humanista ha transformado la manera en que los
terapeutas se relacionan con sus pacientes, fomentando un entorno de apoyo
donde la aceptación incondicional y la comprensión empática son fundamentales
para el crecimiento personal y la autorrealización.
Influencia
en la Práctica Terapéutica
Rogers
demostró que una relación terapéutica basada en el respeto mutuo, la
autenticidad y la empatía puede ser una fuerza poderosa para el cambio. Esta
perspectiva ha llevado a una práctica más humana y personalizada en la
psicoterapia, donde el bienestar del paciente se sitúa en el centro del proceso
terapéutico. Los principios rogerianos de escucha activa y presencia auténtica
se han convertido en habilidades esenciales para los terapeutas de todas las
orientaciones.
Aplicaciones
Más Allá de la Terapia
El
impacto de Carl Rogers se extiende más allá del consultorio terapéutico. En la
educación, su enfoque ha inspirado métodos pedagógicos que promueven la
autoexploración y el aprendizaje significativo. En el ámbito de la gestión de
conflictos y la diplomacia, los principios rogerianos de empatía y aceptación
han informado técnicas efectivas para la resolución de disputas y la
comunicación intercultural.
Relevancia
en la Sociedad Moderna
En
un mundo cada vez más complejo y dividido, los principios de Rogers sobre la
comprensión y aceptación incondicional ofrecen un camino hacia la conexión
humana y el entendimiento mutuo. Su creencia en el potencial innato de cada
persona para el crecimiento y la mejora resuena en un momento en que la salud
mental se ha convertido en una preocupación global, subrayando la necesidad de
enfoques terapéuticos que empoderen y validen la experiencia individual.
Un
Pionero de la Humanidad en la Psicología
Carl
Rogers permanece como un pionero cuya visión de una psicología y una terapia
centradas en la humanidad ha enriquecido no solo la práctica clínica, sino
también nuestra comprensión del potencial humano para la compasión, la
adaptación y el cambio significativo. Su legado continúa inspirando a
terapeutas, educadores y líderes a buscar formas más profundas y empáticas de
conectar con los demás, promoviendo un mundo más comprensivo y conectado.
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